05/12/2012 – Un grupo de homosexuales libios ha hablado a Pink News sobre la brigada Al-Nawasi, la mayor de las milicias que rondan las calles de Trípoli, denunciando secuestros y palizas. Según testigos, las “detenciones” de hombres gays están a la orden del día.
En las últimas dos semanas hemos hablado en dosmanzanas de los doce homosexuales secuestrados en Trípoli por la milicia Al-Nawasi cuando uno de ellos fue descubierto vestido de mujer, en plena fiesta. Miembros de la milicia colgaron fotos de ellos en Facebook, acompañadas de cruentas amenazas de muerte y mutilaciones, sufrieron abusos y degradaciones, y fueron entregados tras una semana de secuestro al Ministerio de Justicia libio (al parecer, tras haberles afeitado la cabeza y con marcas de golpes en la espalda y piernas).
La brigada Al-Nawasi es la mayor y más poderosa de toda la capital libia, y actúa oficialmente bajo la autoridad del Ministerio del Interior. Y según testigos, secuestros como el arriba mencionado no son excepcionales. Al parecer la milicia abusaría de su poder sobre la población homosexual de forma rutinaria, agrediendo y secuestrando a víctimas simplemente por su orientación o identidad sexual.
Ahmad, Anass y otros dos amigos son homosexuales residentes en Trípoli, que han accedido a la entrevista con Pink News en un café de la capital libia frecuentado por europeos, donde era “menos probable que [la milicia] venga y se nos lleve”. El propio Ahmad se ve forzado a usar una dentadura postiza, después de perder los dientes a golpes al ser detenido por la misma milicia en agosto. Para colmo, Ahmed cuenta que uno de sus agresores todavía lo acosa, algo muy revelador: “Uno de ellos me llama cada dos días porque quiere sexo conmigo. Otras veces dice que me atrapará una segunda vez, y que no voy a sobrevivir”. En opinión de Ahmad la situación es peor que bajo el régimen de Gaddafi, ya que “por aquel entonces las autoridades no se atrevían a detenernos, por si revelábamos qué miembros del gobierno eran gays”.
Por su parte, Anass cuenta que también fue detenido dos semanas antes, pero que fue liberado más pronto porque el hermano de uno de los amigos con que fue arrestado pertenecía a la milicia. Como muchos compatriotas gays, Ahmad, Anass y sus compañeros planean emigrar de Libia y escapar del abuso por parte de las autoridades y del rechazo de sus propias familias. “Planeamos ir a Egipto a finales de año”, cuentan los cuatro, “pero adonde realmente queremos ir es a los Países Bajos. Allí podremos ser finalmente nosotros mismos”.
DosManzanas