Las autoridades alemanas han ordenado la expulsión de un imán radical que pidió la pena de muerte para los homosexuales en un vídeo colgado en Youtube, según ha confirmado la Policía federal germana.
Bilal Philips, nacido en Jamaica y educado en Canadá, tendrá que abandonar el país antes del sábado por la noche y no podrá volver a ingresar. De lo contrario, se iniciará un proceso jurídico en su contra. Las leyes migratorias alemanas permiten la expulsión de extranjeros por “incitar al odio contra parte de la población” y defender la violencia contra grupos.
La orden de expulsión se basa en unas declaraciones realizadas por el clérigo radical en las que exigía la pena de muerte para los homosexuales, y en el temor de que volviera a repetirlas.
El imán –que tiene su propia página web– despertó las protestas de grupos en defensa de los derechos de gays y lesbianas en todo el mundo al aparecer en un video difundido en YouTube defendiendo la pena de muerte para actos homosexuales probados.
Incita al radicalismo
El departamento de Protección de la Constitución del estado federado de Hesse (centro de Alemania) considera que predicadores como Philips atentan contra el espíritu de la carta magna alemana y orientan a los jóvenes musulmanes hacia el radicalismo.
Las autoridades le comunicaron la orden poco antes de que este miércoles pronunciara un discurso al aire libre ante 2.000 musulmanes en Fráncfort. Según asistentes al evento, el clérigo evitó en esta ocasión proclamas extremistas. Mientras hablaba, medio millar de personas se manifestaron contra él.
Philips puede apelar la orden de expulsión, pero sólo desde el exterior, explicó la policía. El clérigo será arrestado si se demuestra que no abandonó Alemania en el plazo fijado.
El polémico imán había sido invitado a Alemania por Pierre Vogel, un alemán también convertido al islam que las autoridades consideran salafista.
Abu Ameena Bilal Philips, nacido en 1947, se convirtió al Islám a los 25 años tras haber militado previamente en grupos comunistas, según los datos difundidos por los servicios secretos alemanes.
El Mundo – jueves 21/04/2011